Struggling to say “YES”
Ezekiel 18:25-28 Philippians 2:1-11 Matthew 21:28-32
We see two sons responding to their father’s request today, one just says “yes” without actually doing what the father asks and the other initially says “no” but has a change of heart and ends up doing his father’s will. This scenario, I’m sure, is one that happens with many families here in our own parish. We are all called to say “yes” to God and also to follow through on that positive response.
One area in which we are called to say “yes” to God is to say “yes” to the holiness of all life, which is a gift from God. October is especially set aside for us to prayerfully reflect on the holiness of life. The Church is also very clear that we must be consistently pro-life, not selectively pro-life. This is a difficult position to subscribe to; none of our political parties accept our understanding of what a full understanding of “pro-life” truly entails.
Many Catholics may struggle with aspects of being consistently pro-life but that is the challenge of discipleship. While the politics of these issues can be quite ugly, let us make every effort on a personal level to say “yes” to God and “yes” to a consistent understanding of the holiness of life.
--Fr. Edwin
Luchando por decir “SI”
Ezequiel 18: 25-28 Filipenses 2: 1-11 Mateo 21: 28-32
Vemos a dos hijos respondiendo a la petición de su padre hoy, uno simplemente dice "sí" sin realmente hacer lo que el padre pide y el otro inicialmente dice "no" pero tiene un cambio de corazón y termina haciendo la voluntad de su padre. Este escenario, estoy seguro, es el que sucede con muchas familias aquí en nuestra propia parroquia. Todos estamos llamados a decir "sí" a Dios y también a seguir adelante con esa respuesta positiva.
Un área en la que estamos llamados a decir "sí" a Dios es en decir "sí" a la santidad de toda la vida, que es un don de Dios. Octubre está especialmente reservado para que reflexionemos con oración sobre la santidad de la vida. La Iglesia también es muy clara de que debemos ser consistentemente pro-vida, no selectivamente pro-vida. Esta es una posición difícil de suscribir; ninguno de nuestros partidos políticos acepta nuestra comprensión de lo que realmente implica una comprensión plena de "pro-vida".
Muchos católicos pueden luchar con aspectos de ser consistentemente pro-vida, pero ese es el desafío del discipulado. Si bien la política de estos temas puede ser bastante fea, hagamos todos los esfuerzos a nivel personal para decir "sí" a Dios y "sí" a una comprensión coherente de la santidad de la vida.
--P. Edwin